LA PESTE 2l3t6s



« Soy aquello reemplaza la peste », exclamó Caligula, el emperador demente. Pronto, La « peste morena » desbordava del sur Europa en un ruido grande de botas. Francia esquinçada en las costuras de Somme y de Loire, rebaños de prisioneros, esclavos anointed millón de par en el cable espinoso y en los crematorios, La Peste eternitza estos días de tenebres, esta « pasión colectiva » de une Europa en locura, deflected gusta Orà del mar y de su medida. Sin duda La guerra acentúa la separación, el sickness, la inseguridad. Pero ninguna suma-nosotros no siempre Más o menos separados, amenazados, exiliados, rosegats y lluïdes par de fruta le ve ? Delante de los sufrimientos como la muerte, en el aburrimiento da recommencenments, La Peste censa su conducido; nos impongo la visión de un universo sin conceder o propósito, un mundo del iteration y de él étouffante monotony, donde le la obra incluso deja para aparecer dramático e impregna en el humor macabre, donde sus hombres definen menos par su transcurs, su lengua y su peso de carne que par sus silencios, sus heridas secretas, sus sombras tomadas y sus reacciones en los retos de la existencia. La Peste será entonces, en el grat dar rendimientos, la « crónica de la resistencia » o un novella de la permanencia, le alargamiento del Extranjero o « un progreso » del sur El Extranjero, le entrega dar « damnés » y dar solitario o le manual del relativo y de la solidaridad – en cualquier acontecimiento, une trabajo púdica y compounded que Albert Camus dudó a veces para llevar a cabo, sobre el curso de siete años de gestación, de maduración y de escritura difícil… 1ld1t